Mi encuentro con gorilas de montaña

 
 

En agosto de 2016 viajé a Ruanda en un viaje organizado por el fotógrafo profesional Oriol Alamany, visitando a dos familias de gorilas en diferentes días. Yo concretamente visite e primer día a la familia Umubano y en el segundo encuentro a la familia Pablo’s group una de las familias con más número de individuos de los volcanes Virunga, ni qué decir tiene que mi primer encuentro con los gorilas fue una experiencia increíble, una mezcla de emoción y excitación.

La población de gorilas de montaña supera actualmente los 1000 ejemplares una excelente cifra si tenemos en cuenta que durante los primeros años de 1970 solo había unos 250 gorilas censados. El gorila se cazaba por dos razones: para vender las crías a los zoológicos y para subastar partes de su cuerpo como la cabeza o las manos y utilizarlos como objetos decorativos.

La primatologa Dian Fossey luchó durante los años 70-80 por la conservación de este animal, su trabajo culminó en 1988 con el estreno de la película “gorilas en la niebla”. Tres años antes en 1985 Fossey fue asesinada por las mafias de los cazadores furtivos.

 
 
 
 

El ADN humano y el del gorila son un 98% idénticos junto con el chimpancé, el bonono y el orangután son los parientes más cercanos de los seres humanos. Los gorilas pueden vivir hasta 50 años. Los machos alcanzan los 1,8 metros y pesar 160 kilos, las hembras 1,6 metros y pesar 120 kilos.

La alimentación de los gorilas de montaña es variada, pero se basa en vegetales, como viven en zonas altas normalmente se alimentan de brotes, tallos y hojas de diferentes plantas así como gusanos larvas y hormigas.

 
 
 
 

El gorila de montaña es una subespecie de gorila que habita zonas muy específicas de África oriental concretamente son dos los lugares en los que puede hallarse: las montañas Virunga un extenso territorio volcánico que ocupa zonas de Uganda, la República Democrática del Congo y en el parque nacional bosque impenetrable de Bwindi (Uganda).

A pesar del aumento de ejemplares a día de hoy aún existen amenazas para las familias de gorilas las principales el cambio climático y la tala de bosques lo que va reduciendo su hábitat. El turismo causante de problemas en muchos lugares del mundo está resultando clave en este caso para la recuperación del gorila de montaña.

Las visitas a las diferentes familias de gorilas tienen unos precios prohibitivos entre 700 y 1500 dólares por persona y día. Estos ingresos no sólo ayudan a preservar la amenazada especie sino que el dinero también se emplea en construir escuelas hospitales, carreteras, etc.

 
 
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